La legalidad de las deudas en España es actualmente de 5 años. Esto quiere decir que la mayoría de deudas prescriben pasado ese tiempo, por lo que si tu acreedor no toma medidas judiciales o extrajudiciales para reclamar la deuda, esta se extinguirá en ese periodo de tiempo, por lo que no podrás tener consecuencias legales ni económicas por ellas.

¿Significa eso que todas las deudas en España prescribe a los 5 años?

No, si bien es cierto que la mayoría sí lo hacen en este periodo de tiempo existen deudas con una fecha de caducidad concreta. Vamos a ver cuales son estos tipos de deudas:

Cuándo prescriben las deudas más comunes: Las deudas públicas con Hacienda y la Seguridad Social caducan a los 4 años.  Los préstamos hipotecarios no prescriben hasta pasados 20 años.  Deudas comunes de pago de suministros, alquileres o servicios profesionales tienen una vigencia de 5 años.  Los préstamos no hipotecarios de las entidades bancarias prescriben pasados 5 años, esto además equivale al monto total del préstamo, es decir, se extingue la deuda por los intereses más la cantidad prestada.

Debemos tener en cuenta que la vigencia de las deudas pueden variar si estas se contrajeron antes de Octubre de 2015, pues hasta la fecha la vigencia era de 15 años.

¿Es buena idea esperar a que una deuda prescriba?

Nada más lejos, mientras esperamos a que dicha deuda prescriba podemos tener problemas de diversa índole, entre ellos que se nos añada en un registro de morosos, lo que nos impediría conseguir cualquier tipo de financiación a futuro.

Por otro lado si nuestro acreedor toma medidas judiciales o extrajudiciales para el cobro de esa deuda puede que realmente no prescriba en el tiempo estándar, por lo que nuestros problemas se alargarán hasta que el juez tome una decisión firme, la cual puede ser negativa para nosotros y seguir cargando con esa deuda.

¿Con qué alternativas cuento entonces? Descubre la Ley de La Segunda Oportunidad

Desde mediados de 2015 existe una ley conocida como Ley de la Segunda Oportunidad, se trata de un salvavidas económico con el que el deudor puede conseguir importantes quitas en su deuda, además de una reestructuración de pagos más realista.

¿Cuáles son los requisitos para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad?  Haber celebrado previamente un concurso de acreedores. Poder demostrar que en todo momento se actuó de buena fe.  Que tu deuda sea inferior a 5.000.000€ No haber conseguido la exoneración en los últimos 10 años. No haber rechazado una oferta de empleo adaptada a tu capacidad en los últimos 4 años.

Si el concurso de acreedores no llega a buen término es cuando se puede recurrir a la Ley de la Segunda Oportunidad para conseguir el llamado BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) que explicado de forma simple se traduce en esas quitas y reestructuraciones.

Desde unanuevaoportunidad.es podemos ayudarte y guarte en todo el proceso, contacta con nosotros sin compromiso.