El emprendedor es la persona con la capacidad y ánimo para desarrollar ideas, que se convierten en metas, llevándolas a cabo con empeño, asumiendo ciertos riesgos con el fin de obtener un negocio de éxito. Sucede que a veces, muchas de estas buenas ideas acaban en fracaso, ya sea por falta de financiación, crisis de mercado, malas decisiones del empresario o un cúmulo de situaciones ajenas al emprendedor.

Cuando esto sucede, acabamos desalentados y lo que es peor, abrumados por las deudas y con la sensación de no saber si podremos volver a emprender algún día, por muy buenas que sean las ideas que tengamos.

Es verdad que nos podemos sentir culpables de nuestros fracasos, pero como dijo Henry Ford: El fracaso es una gran oportunidad para empezar de nuevo con más inteligencia. Él mismo aprendió de sus fracasos, de hecho Ford no consiguió el éxito hasta su tercer proyecto empresarial.

En algunos casos la persona quizás se pregunte: Si acabo como moroso por causa de una empresa fracasada ¿Cómo podré recuperar la confianza propia y la de otros para emprender otro proyecto?

¿Por qué la segunda oportunidad es buena para todos?

La ley de la segunda oportunidad es una herramienta útil a la que como emprendedores podemos acogernos para poder levantar el vuelo. Nos da la oportunidad de prorrogar la deuda que hayamos contraído, pactar moratorias de hasta tres años o quitas de hasta un 25% utilizando la figura del mediador concursal.

En el caso de los acreedores, por ejemplo, al acogerse a la herramienta del acuerdo extrajudicial para el pago de la deuda, conlleva la ventaja de agilizar un acuerdo, sin gastar más recursos en dinero y tiempo al evitar las reclamaciones judiciales.

En el caso de una persona física, ya vimos que también se puede acceder a la dispensa de las deudas, si no se pueden afrontar en un plazo de cinco años, siempre y cuando no superen el límite legal, no haya delitos económicos, fraude y haber actuado de de buena fe.

Para el estado es más positivo recuperar a emprendedores que han sufrido un fracaso en su proyecto empresarial, que dejarles marcados de por vida, abocándoles a acabar en la economía sumergida, o sin posibilidad de producir riqueza para el país.

¿Puede un emprendedor volver a solicitar crédito para sus proyectos?

Por supuesto que sí. La ley de segunda oportunidad despeja el camino por el cual la persona afectada pueda acogerse a tarjetas de crédito, préstamos bancarios, y pedir financiación.

Aunque las deudas no desaparecen hasta pasados cinco años, el deudor que actuó de buena fe no tiene que temer quedar marcado de por vida. Al acogerse al LSO de alguna manera queda limpio para poder solicitar ayudas para volver a emprender.

En primer lugar porque el individuo desaparece de los listados de morosidad, ya sea porque asume la deuda con acuerdos factibles o esta es cancelada, según sea la situación.

Por ello y siempre con asesoramiento experto es una gran oportunidad de emprender nuevos proyectos.